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    ¿Qué es y para qué sirve una auditoría ambiental?
 


Por Lorenzo Thomas Torres

La auditoria ambiental es un método que las empresas adoptan para conocer, a través de un diagnóstico de todas sus operaciones y su documentación legal, el estado que guardan sus obligaciones en materia ambiental.

A mediados de los noventa el Congreso de la Unión incluyó en la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente el concepto de Auditoria Ambiental y le toco a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente el implementar su operación.

En un principio se incorporaron al Programa Nacional de Auditoria Ambiental (PNAA) tanto empresas del sector público (PEMEX y CFE) como del sector privado, principalmente grandes industrias.

Con el fin de que el programa tuviera un motor que lo impulsara, se apoyaron algunas auditorias con recursos públicos, lo que significo una semilla para que posteriormente otras empresas también participaran.

Así vemos que algunos sectores en su totalidad se encuentran dentro del PNAA, como el automotriz, el cervecero y el cementero. En este sentido, vale la pena observar como en el ánimo de la comunidad ya no se ve a la industria cementera como una industria contaminante, sino por el contrario, como una industria que se preocupa por el cuidado del medio ambiente.

Gracias a este impulso y a la aceptación que ha tenido el PNAA, nos encontramos con que grupos empresariales importantes han asumido también este compromiso, tales como grupos aeroportuarios y portuarios que tienen a la totalidad de sus instalaciones auditadas.

Un acierto importante que tuvo la actual administración, fue el reconocer los logros que había tenido este programa en la administración pasada, y no considerarlo solamente como un programa sexenal, impulsando su aplicación no solamente al sector industrial sino también al sector servicios y al sector comercio.

Efectivamente fue un acierto el concebir que la obligación que tenemos todos los mexicanos de respetar el medio ambiente incluye también a otros sectores de la actividad económica y no solo al industrial.

Es así como se incorporan en últimas fechas hoteles, escuelas, talleres mecánicos, plantas de tratamiento de agua, recolectoras de basura, etc.

En cuanto a hoteles vale la pena reconocer la incorporación de una cantidad importante en el puerto de Mazatlán y la obtención del certificado de cumplimiento ambiental a tres en diferentes partes de la república, uno de playa en Acapulco, uno de ciudad en Guadalajara y uno de campo en Pátzcuaro.

Por lo que toca a escuelas, considero que su incorporación tendrá un efecto muy favorable en el actuar de los alumnos, de los maestros y de los empleados de las mismas y que estos a su vez llevaran esa cultura del respeto al medio ambiente a sus comunidades y a sus hogares.

En talleres mecánicos es de reconocer el esfuerzo del Gobierno del Municipio de Calvillo, Aguascalientes, que junto con las autoridades estatales, federales y un auditor ambiental, convencieron a un grupo de talleres mecánicos para que se inscribieran en el programa. Como consecuencia de esta incorporación, el Municipio se vio beneficiado ya que los residuos de los talleres ya no se van al drenaje; los talleres se vieron beneficiados por que lo que antes era basura ahora es negocio y la comunidad de Calvillo, Aguascalientes, también se vio beneficiado por contar con un medio ambiente más limpio.

En servicios como tratamiento de agua y recolección de basura, se obtuvo una respuesta favorable por algunos concesionarios de estos servicios y así vimos que más de 36 instalaciones en el país se inscribieron y con ello tienen una mejor aceptación por parte de los habitantes en las ciudades en las que operan.

Las auditorias no las lleva directamente el Gobierno Federal sino que las realizan auditores ambientales aprobados por la PROFEPA.

Vale la pena resaltar que a partir de la publicación del Reglamento de Auditoria Ambiental en noviembre del 2000, se exigió que para poder ser auditor ambiental era necesario contar con la acreditación de los mismos como Unidades de Verificación ante la Entidad Mexicana de Acreditación (EMA), por lo que se convoco a los interesados para que participaran en este proyecto y con gusto podemos decir que hay más de 120 unidades de verificación en proceso de acreditarse con más de 400 auditores ambientales.

El tener auditores ambientales acreditados ante la EMA, le da al programa el grado de confianza que requería ya que es una entidad reconocida internacionalmente. La acreditación les exige que además de ser expertos en el tema ambiental, cuenten con un sistema de calidad en su ejercicio profesional, lo que le da la garantía a la empresa que lo contrata y al Gobierno que le reconoce esa categoría de que su trabajo se realiza con estándares de calidad.

Un punto muy importante al que la PROFEPA, le ha dado un gran impulso es a la capacitación en el tema de auditoria ambiental. Afortunadamente la respuesta que ha tenido de las instituciones de educación superior del país ha sido favorable, por lo que ya podemos observar que los diplomados en esta materia se han multiplicado en los últimos años.

En el Estado de Michoacán ya salió la primera generación al igual que en Veracruz y se han iniciado cursos en el Estado de México, Guanajuato y próximamente en Guerrero.

Derivado de la falta de respuesta que hubo a principio de la convocatoria para que se acreditaran auditores ambientales ante la EMA, nos dimos cuenta que el factor que estaba siendo determinante era la falta de conocimiento de las normas de calidad para este tipo de empresas consultoras, por lo que junto con la entidad se promovieron más de 30 cursos en toda la república sobre la norma 17020.

La auditoria ambiental es un mecanismo que se sebe promover y fortalecer ya que ha demostrado que se logra un mejor resultado por el lado positivo, es decir, con la zanahoria, que por el lado negativo (sanciones), es decir, el garrote.




 
   
 
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